Soy plenamente consciente de mi ausencia y mi falta de producción. No ha sido desidia, ni mucho menos negligencia o falta de ideas. Lo que sucede es que la escritura es una profesión elitista, y para quienes representamos el sustento económico de toda una familia nos es imposible vivir de la pluma, lo que implica que debemos trabajar y relegar la escritura (a nuestro pesar) a un segundo plano. Así, mi habitual trabajo y mis estudios doctorales (especialmente estos últimos) me condujeron a que mi producción escrita fuera menos prolífica desde el año 2012 y desapareciera por completo desde el 2015.
Hoy me complazco en contarles que he finalizado aquella tesis doctoral que se había convertido en la única destinataria de mis letras durante casi cuatro años. Espero hacer la disertación en breve y recibir el título por el cual he luchado y sufrido durante los últimos seis años.
Esto significa que vuelvo a tener el control de una gran parte de mi tiempo y que puedo regresar a lo que más me gusta: escribir aquellas historias que me ronda por la mente y que me gusta compartir con quien esté dispuesto a leer.
Pero no crean que es sencillo. Después de un letargo absoluto de más de dos años, no es tan fácil: he perdido un poco la práctica y debo “refrescar” mi mente para volver a ser Mary Heathcliff. Es como despertar de un largo sueño, del que todavía estoy un poco adormilada, lenta y entumecida.
Tengo varios planes: entre ellos terminar la corrección de “Hermosa impostora” para ofrecer una segunda edición mucho más limpia y depurada. También hay un par de historias inconclusas y varias ideas más que rondan mi cabeza. Prometo trabajar en todo ello en tanto me sea posible para regresar al mundo de la escritura de la mejor manera posible.
Así que, con un poco de suerte, en un par de meses ya podremos leer algo nuevo salido de mi pluma. ¡Que Dios me ayude!
Un abrazo.
Amiga no sabes el gusto que me da que por fin hayas cumplido tu propósito, sé cómo has luchado mucho por esto y me regocijo junto contigo porque al fin tienes tu satisfacción y más que todo porque ahora volverás a ser Mary, la escritora, la autora y tendrás ese tiempo que has anhelado para la escritura. Desde ahora te deseo todo lo mejor del mundo en tus nuevos proyectos para que sigas deleitándonos con tu pluma, sea que trabajes en libros ya escritos o que escribas nuevas historias, toda mi buena vibra para ti y también por tu triunfo profesional. Dios ha visto tu esfuerzo y por eso serás recompensada. Te mando un fuerte abrazo y mis más sinceras felicitaciones.
ResponderEliminarHola Itxa,
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras. Como dices el esfuerzo fue grande y espero en breve que se vean los resultados. Seguiré escribiendo lo que a mí me gusta y con ello seré un poco más feliz.
Un abrazo.